Uñas artificiales

Uñas de gel y uñas artificiales

Las uñas de gel son tan bonitas como perjudiciales. Un estudio realizado en Estados Unidos mostró cómo las uñas naturales se dañan significativamente y se vuelven frágiles, delgadas y quebradizas cuando se usan uñas de gel1.

Rojo, rosa, negro intenso o brillante… la gama de colores de los esmaltes de uñas es muy amplia, pero la pintura dura solo unos pocos días. Por esta razón muchas personas optan por las uñas de gel, porque es una alternativa mucho más duradera, pueden conservarse hasta varias semanas.

En este tipo de manicura mucho más elaborada, las uñas naturales se alargan de forma artificial y se refuerzan con un gel. Las uñas consiguen un aspecto bonito, pero pueden convertirse en un riesgo para la salud de las mismas.

Daños en las uñas causados por uñas de gel

A menudo, cuando las uñas tienen una apariencia blanca y frágil, se fortalecen de forma artificial. Sin embargo, tal y como demostraron los investigadores estadounidenses, el proceso puede dañar significativamente la estructura natural de las uñas.

Así, durante el estudio se evaluaron las uñas de varios sujetos antes de aplicar un gel de manicura y después de eliminarlo con acetona. En todos los casos la uña mostraba un deterioro considerable después del examen. Además de una forma poco natural, la lámina estaba mucho más fina y quebradiza. Por consiguiente, la fijación de las uñas de gel puede dañar notablemente la uña natural.

Las causas de estos daños son varias. La lámina ungueal debe ser rugosa, pero según el producto que se utilice, para que el gel pueda adherirse firmemente a la uña, tiene que ser lisa. Si para alisarla se extrae demasiado volumen se vuelve más blanda y delgada. Además, la uña de gel no deja que entre el oxígeno, lo que empeora la calidad de la capa córnea. Incluso eliminar la capa de gel trae sus consecuencias porque tensa las uñas y sensibiliza la cutícula. En la mayoría de los casos, las uñas artificiales se eliminan mediante la abrasión de la capa de gel o con un baño de acetona. Este último método deshidrata la uña, lo que la hace más vulnerable a grietas y roturas1.

Uñas bonitas sin gel

Pueden conseguirse unas uñas bonitas y limpias sin recurrir a las alternativas artificiales. Tras eliminar las uñas de gel, con mucha paciencia, se pueden recuperar la firmeza y belleza de las naturales, que estarán débiles y astilladas. Se necesitan al menos 6 meses para que la uña se regenere totalmente y vuelva a ser fuerte.

A diferencia de un endurecedor de uñas común, Betalfatrus no se queda en la superficie, sino que penetra en la matriz ungueal. Por lo tanto, los componentes principales de una uña, como el azufre y el silicio, llegan directamente a la lámina ungueal, lo que le permite a la uña regenerarse e hidratarse. Tras 14 días pueden observarse los primeros indicios de recuperación.

Un estudio comprobó que después de usar Betalfatrus durante 4 semanas, al 85% de los sujetos se le agrietaban menos las uñas y a un 70% le disminuyeron las roturas2.

Betalfatrus se recomienda especialmente para uñas dañadas y frágiles durante un periodo de, al menos, 3 meses. Las propiedades de Betalfatrus también son útiles para proteger y reconstruir las uñas después de eliminar las de gel.

Cinco consejos para deshacerse de las uñas artificiales

Cada vez hay más personas que se decantan por utilizar uñas de gel, ya que se ven limpias y bonitas sin necesidad de pintarlas cada pocos días. Sin embargo, usar uñas artificiales tiene sus consecuencias.

¿Seguir con las uñas artificiales o mantenerlas al natural? Muchos se resisten a dejar las uñas de gel porque las naturales, tras sufrir, se han vuelto delgadas, mate y quebradizas. Siguiendo una serie de consejos puede hacerse más llevadero ese proceso de recuperación:

1. Adiós a las uñas de gel:

 

El mejor momento para deshacerse de ellas es en verano. Las uñas crecen más rápido y más saludables en esta época del año. Complementar la dieta con alimentos que aporten zinc, biotina y silicio, como por ejemplo la carne roja o los cereales integrales, puede ayudar a su regeneración.

2. Protección de las uñas sensibles:

  Tras eliminar las uñas artificiales, las naturales habrán perdido volumen, estarán apagadas y se astillarán con más facilidad. Por eso es totalmente recomendable usar guantes cuando se está en contacto con productos de limpieza o productos químicos.

3. Cuidar la cutículas:

No solo las uñas necesitan atención después de un tratamiento tan agresivo, también la cutícula ha sufrido y estará más débil. El gel no solo daña la uña, muchas veces lesiona la piel de alrededor, incluso la acetona que se usa para eliminarlo irrita la piel. Usar aceites y cremas para uñas calma y nutre las cutículas manteniéndolas suaves y flexibles. Para pieles muy secas se aconseja un baño de manos en aceite de oliva un poco caliente.

4. Limas suaves:

 

Para evitar que las uñas se abran o se astillen es aconsejable llevarlas cortas durante unos meses. El instrumento ideal para ello es la lima de vidrio y hay que evitar, sobre todo, las tijeras o cortauñas porque hay riesgo de que se astillen aún más.

5. Tratamiento para uñas quebradizas:

Una laca les dará a las uñas los minerales y nutrientes que les faltan. La laca Betalfatrus contiene silicio y azufre, nutrientes necesarios para que la uña consiga fuerza y estabilidad. Además, consigue penetrar en la uña y llegar hasta la parte más interna, lo que reducirá el riesgo de rotura. Betalfatrus puede conseguirse en farmacias y puede usarse durante 3 meses.

Fuentes
Taurus Pharma
1 Chen A et al. Nail damage from gel polish manicure. Journal of Cosmetic Dermatology 2012; 11 27-29.
2 Sparavigna et al. J Plastic Dermatol 2006; 2: 31-38.