Las 6 enfermedades de las uñas más comunes
¿Has tenido alguna vez algún problema con tus uñas? Conoce, en este post, cuáles son las 6 enfermedades más frecuentes de las uñas y descubre qué las provoca y cómo deben afrontarse.
Manchas blancas en las uñas (leuconiquia)
Las manchas blancas, únicas o múltiples, que aparecen en la superficie de las uñas, conocidas científicamente como leuconiquia punctata, suelen estar causadas por una lesión en el área de la matriz ungueal que favorece la formación de pequeñas bolsas de aire.
Es importante destacar que estas manchas son inofensivas y que, a pesar de la errónea creencia tan extendida, no están relacionadas ni con ninguna enfermedad ni con ninguna falta de nutrientes.
La leuconiquia desaparecerá por sí sola a medida que la uña vaya creciendo y la desplace.
Distinto sería que la lesión blanquecina fuera grande y ocupara la gran totalidad de la superficie de la uña, o incluso que adoptara una tonalidad amarillenta. En este caso, hay que ir con mucho cuidado, porque podría indicar insuficiencia renal o hepática.
Hongos en las uñas (onicomicosis)
La onicomicosis, enfermedad infecciosa producida por la invasión de hongos patógenos o saprofitos en la estructura ungueal de las manos y/o los pies, es la principal causa de patología ungueal en los países desarrollados.
Según por dónde entra el hongo en la uña, se habla de onicomicosis subungueal distal o distal lateral (forma más común), blanca superficial (con penetración del hongo por la superficie dorsal de la lámina ungueal) o subungueal proximal (cuando la invasión es a través del pliegue proximal, lo que suele suceder en pacientes inmunodeprimidos).
Su diagnóstico es clínico, epidemiológico y micológico, y, a diferencia de lo comentado en la anterior enfermedad, no se resuelve espontáneamente, por lo que deberá instaurarse un tratamiento antifúngico, a menudo prolongado, ya sea tópico o sistémico.
Las personas mayores, los diabéticos, los inmunodeprimidos, aquellos que frecuenten piscinas, vestuarios o gimnasios y los profesionales que deban usar un zapato cerrado en ambientes calurosos y húmedos serán las poblaciones con un mayor riesgo de onicomicosis.
Psoriasis ungueal
Alrededor del 50% de pacientes que sufren psoriasis cutánea presenta afectación ungueal, lo que altera la estructura de la uña, que se vuelve frágil, inestable y puede romperse con mayor facilidad.
Las lacas de uñas hidrosolubles que contengan hidroxipropil quitosano, que contribuye a la incorporación de dos ingredientes esenciales para el crecimiento de la uña, el silicio (proporcionado por el Equisetum arvense) y el azufre (proporcionado por el metilsulfonilmetano o MSM), son una buena opción terapéutica en la psoriasis ungueal leve-moderada.
Uñas encarnadas
La uña encarnada o uñero, nombres que recibe una uña cuando su extremo superior o uno de sus lados se clava en el dedo, causa dolor, enrojecimiento e inflamación, e incluso puede llegar a infectarse.
Un zapato inadecuado (apretado en exceso o que no calce bien) o unas uñas demasiado cortas o con los bordes redondeados en vez de rectos, pueden causar esta enfermedad, que se produce con mayor frecuencia en el primer dedo del pie.
Extremar la higiene, tomar baños de agua caliente con sal y desinfectar la zona con povidona yodada, así como llevar un calzado holgado, serán las primeras medidas que deberán tomarse. A continuación, deberá retirarse la espícula o fragmento de la uña encarnada, sirviéndose de un algodón o un trocito de gasa para levantarla, despegarle e impedir que vuelva a clavarse. En los casos más rebeldes, incluso será necesario plantearse una cirugía.
Onicofagia
La onicofagia, o hábito compulsivo de morderse las uñas, es, además de un problema estético, un problema de salud, puesto que puede provocar múltiples lesiones físicas periungueales, dentales y gingivales, así como infecciones, e incluso derivar en una pérdida total de la uña.
La ansiedad, el estrés o el nerviosismo pueden ser causas externas de onicofagia, que también puede producirse por mecanismos internos, como desajustes emocionales y alteraciones del sistema nervioso de causa traumática (maltrato, autoestima baja, etc.).
Tomar conciencia del problema, el autocontrol, ponerse algún producto amargo sobre la superficie de las uñas, masticar chicle sin azúcar o servirse de guantes, tiritas o uñas postizas son algunas de las medidas que pueden adoptarse para combatir este mal hábito.
Uñas blandas y quebradizas
Las uñas blandas y quebradizas, que se doblan y rompen con facilidad, son el segundo motivo de consulta dermatológica por enfermedad ungueal, tras la onicomicosis.
Una dieta deficitaria, el uso de productos químicos agresivos (en limpieza, manicura, etc.), los cambios hormonales y algunos problemas de salud, como la anemia o la diabetes mellitus, pueden ser responsables de esta pérdida de consistencia ungueal.
Un aporte adecuado de nutrientes, la evitación de los factores externos causantes de la debilidad, los endurecedores y los esmaltes hidrosolubles a base de hidroxipropil quitosano, que facilitan la incorporación de silicio y azufre, son las principales medidas preventivas y terapéuticas de la fragilidad ungueal.
Dra. Iolanda Miró i Vinaixa